sábado, 17 de abril de 2010

Y TÚ, ¿QUÉ ELIJES?

Hay gente que se preocupa más de quedar bien con el jefe, que de hacer bien su trabajo.

En el mejor de los casos, si haces lo uno estás haciendo también lo otro. Lástima que no sea el mío.

Elijo hacer bien mi trabajo, me arriesgaré a la bronca.

organigrama-de-la-empresa-actual

viernes, 9 de abril de 2010

LA ENVIDIA

La envidia es la religión de los mediocres.

Los reconforta, responde a las inquietudes que los roen por dentro y, en último término, les pudre el alma y les permite justificar su mezquindad y su codicia hasta creer que son virtudes y que las puertas del cielo sólo se abrirán para los infelices como ellos, que pasan por la vida sin dejar más huella que sus traperos intentos de hacer de menos a los demás y de excluir, y a ser posible destruir, a quienes, por el mero hecho de existir y de ser quienes son, ponen en evidencia su pobreza de espíritu, mente y redaños.

Bienaventurado aquel al que ladran los cretinos, porque su alma nunca les pertenecerá.

Carlos Ruiz Zafón

“El Juego del Ángel”

 

ojo

(Entrada rescatada de mi antiguo blog)

MI OTRO BLOG

Como quisiera recuperar algunas entradas antiguas de mi espacio en Windows Live, las voy a ir pegando en mi blog.

Ahora leo algunas y ya no me gustan, quizá ahora las escribiría de forma diferente, pero no las voy a cambiar, porque lo escrito, escrito está. recuerdos 2

Ésta, de la izquierda, soy yo con mi hermano Paco

domingo, 4 de abril de 2010

ESTA SERÁ NUESTRA CASA



"No es una casa levantada ladrillo a ladrillo.
Más bien se parece a un nido fabricado con fibras extraídas de las entrañas:
ilusión, negación, ternura, comprensión.
Cuántas veces nos preguntamos...
¿serás, efectivamente, tú para mí y yo para tí?
¿será, de verdad, ésta nuestra Casa?


Pero una y otra vez logramos ahuyentar los fantasmas
y ponernos de nuevo en camino para reemprender la marcha.
Con gozos sencillos, alegrías calladas, podando ramas,
suavizando asperezas, muriendo un poco, dialogando con dulzura...,
la Casa es un sueño alcanzado.


Nos queda a los dos toda una vida
para impregnarla de gozo,
para bañarla de serenidad,
para empaparla de confianza.


Que nos acoja y envuelva con sus brazos a los dos,
haciendo de dos corazones un solo corazón.
Esta será nuestra Casa."


Ignacio Larrañaga

jueves, 1 de abril de 2010

PASAR DESAPERCIBIDOS

Conozco a una persona que nunca destacó por nada especial.
Nunca escribió un diario, ni una canción (la verdad es que a penas sabía escribir).
Nunca tuvo un trabajo importante, ni curioso, ni llamativo.
No tenía una gran influencia sobre nadie en particular. No sentaba cátedra cuando hablaba ni se podría decir que tenía grandes ideas.

Seguramente por todo esto, no escuchó muchos elogios en su vida.
Sin embargo a mí me parece una de las mejores personas que jamás he conocido.
Desde mi punto de vista, se merece muchos elogios, porque dedicó su vida a los demás, pero sin que nadie se diera cuenta (como dice una amiga mía, andaba con zapatillas, para que no se le oyera).
Su trabajo consistía en lavar la ropa de toda la familia ("toda"), por supuesto sin lavadora. Nada llamativo, ¿verdad?, pero lo hizo durante muchísimos años, con alegría, con agradecimiento, con cariño hacia los suyos.
Quedó callada, cuando su marido decidió ir a Brasil a probar suerte, y la dejó con cinco hijos a su cargo. Durante cinco años estuvo cuidando, alimentando, amando a esos hijos, esperando la llegada de su amado esposo.

Estaba siempre que alguien la necesitaba, porque a cumplida no había quien la ganase. Y lo hacía siempre con gusto.
Era una persona sencilla, práctica, conciliadora, respetuosa... y que pasaba siempre desapercibida. Hacía lo imposible para que nadie se molestase por algo.
Pobre durante toda su vida, porque cuando pilló algo por la herencia de una hija fallecida, lo repartió.
No era perfecta, pero sus "cosillas" ahora las recuerdo con ternura, y con una sonrisa en mis labios.

Hay personas, como mi abuela, que pasan desapercibidas. Puede que incluso las tilden de aburridas. Son personas que no buscan aplausos, sino hacer felices a aquellos que les rodean.

En Psicología esto sería un error, ya que uno tiene que crear su propio espacio, su propio terrenito de placer personal.
No digo que esto sea mentira, pero admiro a las personas que renuncian incluso a ese terrenito para que lo pueda tener el de al lado.

Yo, como mi abuela, no quiero elogios, no quiero aplausos. No quiero destacar en nada. Pero me gustaría, con el tiempo, llegar a ser una buena persona, como ella lo fué.